No va a pasar nada
El gobierno brasileño reiteró este domingo que "no existen riesgos sanitarios" con las carnes producidas en el país, sea para el consumo interno o la exportación, y minimizaron el descubrimiento de una mafia dedicada a adulterar cortes vacunos.

"Todas
las evaluaciones hechas desde que surgieron las denuncias comprueban que no
existe riesgo sanitario", intentó tranquilizar el secretario del
Departamento de Defensa Agropecuaria del Ministerio de Agricultura, Luiz
Eduardo Pacifici Rangel.
La denuncia
que cayó en pleno centro del gabinete de Temer, al develar protección de sus
funcionarios en un contrabando de carne en mal estado llevó al funcionario a
intentar "tranquilizar a la
sociedad", pues los casos de adulteración de carnes fueron
"puntuales" y todos detectados por las autoridades, que ante esa
denuncia han reforzado los controles y las inspecciones a empresas del sector
alimentario.
Para Pacifici
Rangel, las investigaciones hechas en los últimos tres días, desde que fue
desbaratada esa mafia, demuestran que no existen riesgos sanitarios, aunque sí
deben "preocupar" al Gobierno, pues si bien los hechos "son
puntuales", comprueban "inaceptables prácticas corruptas".
La Policía Federal informó que en esas irregularidades están implicados
agentes públicos y directivos de una treintena de empresas que adulteraban carnes ya
vencidas.
Entre sus
prácticas, se comprobó el uso de químicos para mejorar el aspecto de las
carnes, la falsificación de etiquetas con la fecha de validad o la inclusión de
alimentos no adecuados para el consumo en la elaboración de embutidos.
Por su parte, la alimenticia brasileña BRF aseguró
hoy que nunca vendió carne podrida y confió en que pronto se levantará la
clausura de su planta que se realizó de forma "preventiva y temporal"
en el marco de la operación Carne Débil, por el Ministerio de Agricultura de
Brasil.
"La
última auditoría realizada por el MAPA (Ministerio de Agricultura, Ganadería y
Abastecimiento) en la planta fue entre los días 25 y 28 de febrero de 2017,
cuando fue considerada apta en todos los requisitos para seguir con sus
operaciones. Aunque el juez consideró innecesario cerrar la unidad, el
Ministerio de Agricultura la clausuró de forma preventiva y temporal",
detalló BRF.
Indicó que
"la medida debe durar hasta que BRF pueda suministrar las informaciones
que comprueben la seguridad y la calidad de los productos producidos, lo que
debe ocurrir pronto, pues la compañía confía en sus procesos y estándares, que
están entre los más estrictos del mundo".
"BRF
nunca ha vendido carne podrida, ni tampoco fue acusada de hacerlo. Las
menciones se refieren a otras empresas involucradas, en el marco de la
operación Carne Débil, como se puede comprobar en el material difundido por la
Policía Federal. BRF lamenta que parte de la prensa haya introducido su nombre
de manera equivocada en reportajes sobre este tema, confundiendo a los
consumidores y la sociedad", concluyó.
Pacifici
Rangel participará en una reunión convocada por el jefe de Estado, Michel
Temer, con autoridades de diversos ministerios y con empresarios del sector, a
fin de discutir la situación, que se teme que pueda tener impacto en el sector
externo.
Por esa misma
razón, el presidente también
convocó para este domingo mismo a un numeroso grupo de embajadores de países
que importan carnes brasileñas y han manifestado preocupación por ese asunto,
según la agencia de noticias EFE.
Entre ellos
están Estados Unidos, China y los países miembros de la Unión Europea (UE), que
representan tres de los mayores destinos de esos productos.
Brasil es el mayor exportador mundial de carne bovina y de pollo, el cuarto en el segmento de cerdos, y las ventas externas de esos tres sectores representaron el año pasado 7,2% de ese comercio, con u$s 11.600 millones.